Para mi hacer terapia, y hablo como paciente, es un espacio fuera de las explicaciones y expectativas comunes y estereotipadas. El proceso se da a través y en el vínculo paciente/terapeuta. La escucha, el respeto y la aceptación que no pretende calmar ni tranquilizar, ni ser autocondescendiente son su marca. No hay un dispositivo de intervención para distintos tipos de problemas, tampoco conductas que se premien y castiguen. El proceso se lleva a cabo a través de la interrogación; ese es su modo.
En cuanto al tipo de intervención, a diferencia de otros marcos terapéuticos no me interesan los dispositivos particulares y diferenciados para cada diagnóstico, porque entre otras cosas no trabajo sobre ningún rótulo, sino con la persona, con cada persona. También porque no trabajo para derribar el síntoma, aunque muchas veces sucede que deja de estar, pero eso no es más que una consecuencia. Además lo relevante en terapia, más que la técnica o dispositivo utilizado (cada terapeuta y paciente utilizará aquellas que mejor le calcen) es el marco teórico que contiene, limita y da sentido al cómo y al para qué de la escucha y de la intervención.
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